Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

14 de mayo de 2017

PREPARAOS HIJOS, PREPARAOS PARA EL VIAJE QUE MUCHOS DE VOSOTROS VAIS A HACER



Hijos Míos, preparaos hijos, preparaos para el viaje que muchos de vosotros vais a hacer. Yo, Jesús, os hablo.

Vivís muy tranquilos, sin complicaros para nada la vida, pero el hacha de Mi justicia está ya a las puertas y no Me quedará más remedio que hacer una criba a todo aquel que no ha cumplido con Mis leyes y ha vivido como la cigarra alegremente, sin plantearse ninguna clase de disciplina. Así que hijos, preparaos, que Yo tengo que intervenir en este mundo pervertido y que ha dado totalmente un giro absoluto a Mis leyes y todo lo ha tergiversado para hacerse amigo de Satanás y sus secuaces.

Mando a Mi Santa Madre a advertiros que hagáis oración y penitencia por los pecadores y vosotros sois los primeros que pecáis, y mirad como está el mundo, las leyes que imperan, como están los sacerdotes y la Jerarquía, esto es un mundo de podredumbre porque todos buscan su bienestar y no Mi gloria, Yo que di todo por vosotros y no hice excepción alguna para con nadie. Por tanto, preparaos y preparad vuestro equipaje, porque si vais de viaje se debe ir con las maletas hechas. Y ¿cuáles son esas maletas? La gracia santificante que es el equipaje que debéis llevar si queréis entrar en el Reino de los Cielos. Yo, Jesús, os hablo.

Haced hijos, haced una buena y santa confesión, una confesión general de toda vuestra vida. No os acerquéis al confesionario a disculparos sino que acusaros de que habéis hecho y hacéis fraude, de que tenéis abortos y fornicaciones en vuestro haber, de que habéis robado en nóminas y habéis sido injustos, muy injustos con vuestros obreros, y así, un sinfín de pecados que claman al Cielo, porque no podéis entrar en Mi Reino si no os limpiáis totalmente de todos ellos, si no Me pedís perdón y si os es posible de repararme. No creáis que a Mí Me podéis engañar, Yo sé quién es sincero y quien no, pero debéis humillaros ante el Sacramento de la Penitencia y poner de manifiesto lo que habéis sido y lo que sois, porque si no lo hacéis no os burlareis de Mi justicia, si bien Mi misericordia es infinita, para alcanzarla necesitáis el arrepentimiento y el perdón de vuestros pecados, con el propósito de la enmienda de no volver a cometerlos. Yo, Jesús, os hablo.

No pospongáis por más tiempo vuestra reconversión. Mi gracia no os va a faltar si venís a Mí arrepentidos, Yo no os echaré en cara nada si hacéis una buena y exhaustiva confesión. Yo, Jesús, os hablo y os advierto.








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